Control del Color (eBook)

CAPÍTULO 1 - MONTANDO SU LABORATORIO DIGITAL

No se trabaja sin equipamiento – y un laboratorio digital necesita estar completamente bien “montadito” y construido para que podamos ejecutar un buen trabajo, con productividad y sin dolor de cabeza. No podemos preocuparnos con la administración de colores si el sistema es incompleto y limitado por su naturaleza. Estructura modular, expansibilidad y requisitos mínimos, tienen que ser términos familiares al fotógrafo, aún cuando opte por tercerizar el tratamiento para saber evaluar la estructura de quien trabaja para él.

PRIMERO, LAS HERRAMIENTAS

Una de las partes más importantes del flujo de trabajo en la fotografía digital, es la toma de decisiones respecto a los equipamientos, especialmente de computadores. Medir adecuadamente su equipamiento de informática es una decisión tan estratégica e importante como elegir lentes, cámara o tomar determinada acción de marketing. Y, sobretodo, puede costarle caro.

La primera pista dada sobre adquisiciones no sirve solamente para computadores, sino para cualquier cosa: Identifique apropiadamente sus necesidades (que pueden variar enormemente de fotógrafo en fotógrafo).

Si es fotógrafo profesional, seguramente sus padrones van a ser más elevados, así como sus gastos. Y en vista que estamos hablando de gastos relativamente elevados, es bueno tener en mente que poseer equipamiento tope de línea y de última generación es bueno y deseable, pero inviable para gran parte de los profesionales.

Trabajar considerando el costo-beneficio aún es la mejor salida, pero exige una buena dosis de auto-conocimiento Y, al hacerse algunas preguntas asimismo, es bueno tener en mente que tecnología es apenas una herramienta, que puede muchas veces distraernos de aquello que realmente nos interesa, que es producir imágenes excelentes.

Entonces, comencemos las preguntas:

1 – ¿Cuáles son sus necesidades?
Técnicamente, las diferencias entre un fotógrafo novato avanzado y un profesional se diluyen mucho, si es que hay alguna. Conozco novatos más equipados, más competentes y expresivos que muchos profesionales. Pero, el profesional es quien debe tener mayor sabiduría en las decisiones, visto que sus equipamientos no son gastos, sino inversión. Y precisan pagarse solitos, o sea, posibilitar que el fotógrafo gane dinero –que de otra manera no ganaría sin este equipamiento- para pagar por su adquisición y aún obtener alguna ganancia.

¿Y cómo podemos medir esas necesidades? Partiendo de nuestro producto habitual, el tipo de imagen que queremos comercializar. Por ejemplo ¿Cuál es la resolución promedio exigida por mis clientes? ¿Qué tipo de impresión produzco?: ¿Álbumes en Minilab, catálogos para imprentas, fine art? ¿En qué formato capturo, RAW o JPEG?.

¿Manipulo apenas mis archivos o trato imágenes para terceros? ¿Finalizo mis imágenes o tercerizo este proceso? ¿Acostumbro comparar imágenes con pruebas?

Cada una de estas preguntas nos da informaciones precisas sobre qué tipo de equipamiento es indispensable para nuestro flujo de trabajo. Y dónde concentrar nuestro dinero.

2 – ¿De cuánto es mi disponibilidad de presupuesto?
A no ser que estemos en la lista anual de la revista FORTUNE, probablemente tenemos un límite de gastos con equipamiento, Una pista muy buena que adopté (Gracias Katrin Eismann) fue la de prever una vida media de tres años para mi equipamiento. Con este ciclo de vida en mente, alcanza para distribuir mejor los gastos. A cada año, se puede evaluar el sistema del que disponemos y sustituir los puntos más débiles, ya sea por el fin de vida útil o por la posibilidad de actualizarlo. Y lo que es mejor: sin hacer todo al mismo tiempo. Así llevamos una cuenta más “salada” apenas en la inversión inicial, las actualizaciones se van diluyendo con el trabajo.

Sabiendo cuáles son los equipamientos que necesitamos y de cuánto dinero disponemos, podemos verificar que la suma de los costos raramente será igual o inferior al presupuesto disponible.

Lo que nos lleva a la siguiente pregunta:

3 – ¿Cuáles son mis necesidades primordiales?
Normalmente, en un laboratorio digital, el corazón es el computador. Éste es como el motor de un coche, no es suficiente instalar neumáticos importados, ruedas de material leve y turbo si el motor no tiene el desempeño necesario. Entonces, recomiendo invertir lo máximo posible en un buen computador, con el máximo de RAM instalado, mucho espacio en disco duro y con el mejor monitor que pudiese comprar.

Además del computador, las otras prioridades deben seguir la siguiente regla: Invierta primero en equipamientos que mejoren sensiblemente la calidad/productividad de su trabajo. Cuanto mayor es el impacto del equipamiento en su flujo, mayor prioridad merece.

4 – ¿Dónde y cómo debo comprar?
Aquí la palabra de clave es buscar. Busque, investigue, indague sobre el tema. Cuando se canse de buscar, busque un poco más. Pregunte a sus amigos, entre en los foros de discusión de fotografía. Vea también si vale la pena importar – en el caso de algunos ítems, comprar en sitios extranjeros, y aún pagando el flete y los impuestos, sale más barato que comprar en su país. Otros ítems pueden estar costando prácticamente el mismo valor en el exterior, a pagar en cuotas a largo plazo.

Verifique las opciones de garantía, considere la posibilidad de contratar un seguro de su equipamiento. Un buen laboratorio digital puede ultrapasar los 15 mil reales aproximadamente con cierta facilidad.

Si tuviese la posibilidad de mejorar su equipamiento, este es el momento. Considere el costo de un sistema ligeramente superior, con más poder de procesamiento, más espacio en disco. Así como dinero y espacio, desempeño nunca está por demás, y nunca supe de alguien que se haya arrepentido por tener un computador muy rápido o de un monitor muy grande.

Considerando que una buena parte de su día pasará trabajando en su laboratorio digital, tenga en cuenta su confort y postura al trabajar.

Elija una buena mesa, amplia y con cajones, una mesa en la que el teclado esté a la altura de sus codos para no sobrecargar sus pulsos. El monitor debe estar a la altura de los ojos, sin que se necesite ver ni para abajo o para arriba.

EL AMBIENTE DE TRABAJO

Una buena silla es fundamental, ítem generalmente ignorado. El asiento debe ser blando, el respaldar regulable, los apoyos de los brazos que mantengan los antebrazos al nivel de la mesa. Mantenga una buena postura en ella, apoyando los pies en el suelo, manteniendo el teclado alineado con el monitor. Aproveche el respaldar para efectivamente apoyar las espaldas para evitar posturas incorrectas que afectan su salud y rendimiento. Use buenos mouses y teclados. Puede estar ahí la diferencia entre trabajar horas de manera confortable o desarrollar un LER (Lesión por Esfuerzo Repetitivo) sin haber trabajado mucho.

Use tonos claros y neutros en su ambiente de trabajo, incluyendo las cortinas, que serán útiles para mantener una luz constante a lo largo del día. Evite tonos fuertes en las paredes, objetos próximos al computador y fondos de pantalla.

Por último, practique alguna actividad física. Los fotógrafos frecuentemente oscilan entre:

a) El sedentarismo absoluto frente del computador;

b) La práctica de fisicoculturismo fotográfico en su forma más agotadora, ya sea cargando equipamientos, subiendo andamios y corriendo entre sets.

Practicar alguna actividad física ayuda a nivelar estos extremos – no se necesita ser un luchador de jiu-jitsu (aunque yo practique y los recomiende ardorosamente), sin embargo una rutina de yoga, caminatas, carreras, o un poco de gimnasia laboral antes de comenzar a trabajar son suficientes para mantener el viejo cuerpo en buena forma.

Todo eso cuesta relativamente poco, otorga una larguísima vida útil y garantiza largos años con salud y productividad.

¿PC O MAC?

Algún tiempo atrás, elegir entre PC o MAC no era tan difícil, en vista de que apenas un Macintosh conseguía buenas reproducciones de los colores, y tenía una ergonomía y lógica de funcionamiento invencibles en relación al PC.

Hoy en día, las cosas están más niveladas – todo lo que se hace en un MAC se puede hacer en un PC. Además, la plataforma de hardware está prácticamente igual, ambos basados en la arquitectura Intel, y con la posibilidad de tener el mismo computador funcionando tanto con el Windows como con el OSX, siendo necesario apenas reiniciar el computador para alternar entre uno y otro. Entonces, la elección entre PC y Mac es más una cuestión de gusto y compatibilidad con sus softwares favoritos.

El ítem para ser observado es el del desempeño – escoja siempre el procesador más rápido, con la mayor cantidad de memoria posible-. En el caso de Macs, computadores sin monitor integrado son una buena opción, ya que permiten que se escoja...