Esclava, Guerrera, Reina (De Coronas y Gloria - Libro 1) (eBook)

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2021 | 1. Auflage
CCL, 250 Seiten
Lukeman Literary Management Ltd. (Verlag)
978-1-63291-810-9 (ISBN)

Lese- und Medienproben

Esclava, Guerrera, Reina (De Coronas y Gloria - Libro 1) -  Morgan Rice
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'Morgan Rice ha concebido lo que promete ser otra brillante serie, que nos sumerge en una fantasía de valor, honor, coraje, magia y fe en el destino. Morgan ha conseguido de nuevo producir un fuerte conjunto de personajes que hará que los aclamemos a cada página...Recomendado para la biblioteca habitual de todos los lectores a los que les gusta la fantasía bien escrita'. --Books and Movie Reviews, Roberto Mattos (sobre el Despertar de los dragones) De la autora #1 en ventas Morgan Rice llega una impactante serie nueva de fantasía. Ceres es una hermosa chica pobre de 17 años de la ciudad de Delos, en el Imperio, que vive una vida dura y cruel. Durante el día entrega las armas que su padre ha forjado a los campos de entrenamiento de palacio, y por la noche entrena en secreto con ellas, deseando ser una guerrera en una tierra donde las chicas tienen prohibido luchar. Pendiente de ser vendida como esclava, está desesperada. El Príncipe Thanos tiene 18 años y menosprecia todo lo que su familia real representa. Detesta la severa forma en que tratan a las masas, en especial la salvaje competición -las Matanzas- que tienen lugar en el corazón de la ciudad. Anhela liberarse de las restricciones de su educación, sin embargo, él, un buen guerrero, no ve el modo de escapar. ESCLAVA, GUERRERA, REINA cuenta una historia épica de amor, venganza, traición, ambición y destino. Llena de personajes inolvidables y acción vibrante, que nos transporta a un mundo que nunca olvidaremos y hace que nos enamoremos de nuevo del género fantástico. ¡Pronto se publicará el libro#2 en DE CORONAS Y GLORIA!

Morgan Rice es autora de best sellers de USA Today y de la serie de fantasía épica EL ANILLO DEL HECHICERO, best seller No. 1 que consta de diecisiete libros; de la serie de best sellers No. 1 DIARIO DE UN VAMPIRO, que comprende doce libros; de la serie de best sellers No.1 LA TRILOGÍA DE SUPERVIVENCIA, un thriller postapocalíptico compuesto por tres libros; de la serie de fantasía épica REYES Y HECHICEROS, compuesta por seis libros; de la serie de fantasía épica DE CORONAS Y GLORIA, que consta de ocho libros; de la serie de fantasía épica UN TRONO PARA LAS HERMANAS, que consta de ocho libros; de la nueva serie de ciencia ficción LAS CRÓNICAS DE LA INVASIÓN, compuesta por cuatro libros; de la serie de fantasía OLIVER BLUE Y LA ESCUELA DE VIDENTES, compuesta de cuatro libros; de la serie de fantasía EL CAMINO DEL ACERO, que consta de cuatro; y de la nueva serie de fantasía LA ERA DE LOS HECHICEROS. La obra de Morgan está disponible en audio y en ediciones impresas, con traducciones a más de 25 idiomas. A Morgan le encanta saber de sus lectores, así que por favor no dudes en visitar su sitio web www.morganricebooks.com para suscribirte a la lista de correos electrónicos, recibir un libro gratis y otros obsequios, descargar la aplicación gratuita, recibir noticias exclusivas, conectarte por Facebook y Twitter, y estar en contacto.

 

CAPÍTULO DOS


 

Durante un segundo que pareció durar para alargarse más y más, Ceres sintió que todos los ojos estaban puestos en ella mientras estaba allí sentada, insensible por el dolor y por la incredulidad. Más que las repercusiones que pudieran venir, ella temía el poder supernatural que merodeaba dentro de ella, que había matado al omnigato. Más que de toda la gente que le rodeaba, tenía miedo de ella misma, un yo que ya no conocía.

De repente, la multitud que se había quedado atónita en silencio, rugió. Le llevó un instante darse cuenta de que la estaban aclamando a ella.

“Entre los gritos se oyó una voz.

“¡Ceres!” exclamó Sartes, a su lado. “¿Estás herida?”

Se giró hacia su hermano, que también estaba todavía tumbado en el suelo del Stade y abrió la boca. Pero no le salió ni una sola palabra. Le costaba respirar y estaba mareada. ¿Había visto realmente lo que pasó? No sabía los demás pero a aquella distancia, sería un milagro que no lo hubiera hecho.

Ceres escuchó unas pisadas y, de repente, dos fuertes manos tiraron de ella hasta ponerla de pie.

“¡Vete ahora!” gruñó Brennio, empujándola hacia la puerta abierta que había a su izquierda.

Las heridas punzantes de la espalda le dolían, pero se obligó a sí misma a volver a la realidad y agarró a Sartes y tiró de él hasta ponerlo de pie. Juntos, se dirigieron a toda velocidad hacia la salida, intentando escapar de los vítores de la multitud.

Pronto llegaron al oscuro túnel sofocante y, al hacerlo, Ceres vio a docenas de combatientes allí dentro, esperando su turno para unos cuantos momentos de gloria en la arena. Algunos estaban sentados en bancos en profunda meditación, otros tensaban sus músculos, apretando sus brazos mientras caminaban de un lado a otro y otros estaban preparando sus armas para un inminente baño de sangre. Todos ellos, que acababan de presenciar la lucha, alzaron la vista y la miraron con ojos curiosos.

Ceres corría por los pasillos subterráneos llenos de antorchas que daban un cálido brillo a los ladrillos grises, pasando por todo tipo de armas apoyadas contra las paredes. Intentaba ignorar el dolor en su espalda, pero era difícil hacerlo cuando en cada paso el material áspero de su vestido le rozaba sus heridas abiertas. Las garras del omnigato le habían parecido puñales que se le clavaban, pero ahora que cada corte punzaba casi le parecía peor.

“Tu espalda está sangrando”, dijo Sartes, con un temblor en la voz.

“Estaré bien. Tenemos que encontrar a Nesos y a Rexo. ¿Cómo está tu brazo?”

“Me duele”.

Cuando llegaron a la salida, la puerta se abrió de golpe y aparecieron dos soldados del Imperio allí.

“¡Sartes!”

Antes de que pudiera reaccionar, un soldado agarró a su hermano y otro la cogió a ella. No sirvió de nada resistirse. El otro soldado se la colocó encima del hombro como si fuera un saco de grano y se la llevó. Al temer que la habían arrestado, le golpeó en la espalda, en vano.

Una vez estuvieron fuera del Stade, la arrojó al suelo y Sartes fue a parar a su lado.

Unos cuantos mirones formaron un semicírculo a su alrededor boquiabiertos, como si estuvieran hambrientos por que su sangre se derramara.

“Vuelve a entrar al Stade”, gruñó el soldado, “y te colgaremos”.

Ante su sorpresa, los soldados se giraron sin decir nada más y desaparecieron entre la multitud.

“¡Ceres!” exclamó una voz profunda por encima del bullicio de la multitud.

Ceres sintió alivio al alzar la vista y ver a Nesos y a Rexo dirigiéndose hacia ellos. Cuando Rexo la rodeó con sus brazos, ella suspiró. Él se echó hacia tras, con la mirada llena de preocupación.

“Estoy bien”, dijo.

Mientras el gentío iba saliendo del Stade, Ceres y los demás se mezclaron con ellos y corrieron de vuelta a las calles, sin ganas de encontrarse con nadie más. Mientras caminaban hacia la Plaza de la Fuente, Ceres revivía en su mente todo lo que había sucedido, que todavía daba vueltas. Notaba las miradas de reojo de sus hermanos y se preguntaba qué estarían pensando. ¿Habían presenciado sus poderes? Probablemente no. El omnigato estaba demasiado cerca. Sin embargo, a la vez también la miraban con una nueva sensación de respeto. Ella deseaba más que nada contarles lo que había pasado. Pero sabía que no podía. Ni ella misma estaba segura.

Había muchas cosas que no se habían dicho, pero ahora, en medio de esta espesa multitud, no era el momento de decirlo. Primero necesitaban ir a casa, a salvo.

Las calles estaban mucho menos abarrotadas cuanto más se alejaban del Stade. Mientras caminaba a su lado, Rexo le cogió una mano y entrelazó los dedos con ella.

“Estoy orgulloso de ti”, dijo. “Salvaste la vida a tu hermano. No estoy seguro de cuántas hermanas lo harían”.

Sonrió con los ojos llenos de compasión.

“Estas heridas parecen profundas”, comentó al mirarla de nuevo.

“Estoy bien”, murmuró ella.

Era mentira. No estaba nada segura de estar bien o incluso de si podría llegar a casa. Se sentía bastante mareada por la pérdida de sangre y no ayudaba que su estómago retumbara o que el sol le atormentara la espalda, haciendo que sudara balas.

Finalmente, llegaron a la Plaza de la Fuente. Tan pronto como pasaron por delante de las casetas, un vendedor les siguió para ofrecerles una cesta grande de comida a mitad de precio.

Sartes hizo una sonrisa de oreja a oreja –lo que ella pensó que era bastante extraño- y entonces mostró una moneda de cobre con el brazo que tenía sano.

“Creo que te debo algo de comida”, dijo él.

Ceres se quedó sin aliento ante la sorpresa. “¿De dónde lo sacaste?”

“Aquella chica rica del carruaje de oro tiró dos monedas, no una, pero todos estaban tan concentrados en la lucha entre los hombres que no se dieron cuenta”, respondió Sartes con la sonrisa todavía intacta.

Ceres se enfureció y se dispuso a confiscarle la moneda a Sartes y a lanzarla. Era dinero manchado de sangre, al fin y al cabo. No necesitaban nada de los ricos.

Cuando alargó el brazo para cogerla, de repente, una mujer mayor apareció y se interpuso en su camino.

“¡Tú, Ceres!” dijo señalando a Ceres, con la voz tan fuerte que Ceres sintió como si vibrara dentro de ella.

La complexión de la mujer era suave, aparentemente transparente, y sus labios perfectamente arqueados estaban teñidos de verde. Su largo y grueso pelo negro estaba adornado con musgo y bellotas y sus ojos marrones hacían juego con su largo vestido marrón. Era hermosa a la vista, pensó Ceres, tanto que ella se quedó fascinada por un instante.

Ceres parpadeó, atónita, segura de que jamás había visto a esta mujer antes.

“¿Cómo sabe mi nombre?”

Sus ojos se fijaron en los de la mujer mientras esta dio unos cuantos pasos hacia ella y Ceres se dio cuenta de que la mujer hacía un fuerte olor a mirra.

“Vena de las estrellas”, dijo con una voz inquietante.

Cuando la mujer levantó el brazo con un gesto elegante, Ceres vio que tenía una triqueta marcada en la parte interior de su muñeca. Una bruja. Basado en el olor de los dioses, quizás una vidente.

La mujer cogió el pelo rosáceo de Ceres en sus manos y lo olió.

“Tú no eres extraña a la espada”, dijo. “No eres extraña al trono. Tu destino es ciertamente muy grande. El cambio será poderoso”.

La mujer de repente se dio la vuelta y se fue corriendo, desapareciendo tras la caseta y Ceres se quedó allí, paralizada. Sentía que las palabras de la mujer penetraban en su alma. Sentía que habían sido más que un comentario; eran una profecía. Poderoso. Cambio. Trono. Destino. Estas eran palabras que nunca antes había asociado con ella misma.

¿Podrían ser ciertas? ¿O solo eran las palabras de una loca?

Ceres echó un vistazo y vio que Ceres sujetaba una cesta de fruta y que tenía la boca más que llena de pan. La tendió hacia ella. Vio la comida horneada, las frutas y las verduras y casi fue suficiente para hacerla decidir. Normalmente, lo habría devorado.

Sin embargo ahora, por alguna razón, había perdido el apetito.

Había un futuro ante ella.

Un destino.

 

*

 

Su camino de vuelta a casa les había llevado una hora más de lo normal y habían estado en silencio todo el camino, cada uno de ellos perdido en sus propios pensamientos. Ceres solo se preguntaba qué pensaban de ella las personas que más quería en el mundo. Apenas ella sabía qué pensar de sí mima.

Alzó la vista y vio su humilde hogar y se sorprendió de haber conseguido llegar, dado cómo le dolían la cabeza y la espalda.

Los demás se habían separado de ella hacía un rato para hacer un recado para su padre y Ceres cruzó sola el destartalado umbral, preparada, solo esperando no encontrarse a su madre.

Al entrar notó un baño de calor. Se dirigió hacia el pequeño botellín de alcohol de limpiar que su madre había guardado bajo su cama y le sacó el corcho, con cuidado de no usar mucho para que no se notara. Preparada para el escozor, se levantó la camisa y se lo echó por la espalda.

Ceres gritó de dolor, apretó el puño y se apoyó contra la pared, sintiendo mil picotazos por las garras del omnigato. Sentía como si la herida...

Erscheint lt. Verlag 24.8.2021
Reihe/Serie De Coronas y Gloria
Sprache spanisch
Themenwelt Literatur Fantasy / Science Fiction Fantasy
Sachbuch/Ratgeber Freizeit / Hobby Sammeln / Sammlerkataloge
Kinder- / Jugendbuch Bilderbücher Pappbilderbücher / Fühlbilderbücher
Kinder- / Jugendbuch Jugendbücher ab 12 Jahre
ISBN-10 1-63291-810-2 / 1632918102
ISBN-13 978-1-63291-810-9 / 9781632918109
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